¡Bienvenidos!

LA FOTOGRAFÍA,

el arte de dibujar con la luz, es un ejercicio de observación y el resultado un golpe de suerte. Una buena foto la hace cualquier maquina; una buena serie la hacen solo los fotógrafos. Cuidado, son verídicas y sin embargo mienten. Empiezas buscando la felicidad que te da conseguir una imagen única y bella, pero cuando te metes en el ajo te das cuenta que sin proyecto fotográfico no eres nadie

Dedicado a mi MARIBEL, por su apoyo.

LAS VISTAS DE CUENCA

Cuenca abstracta, pura, de color plata, de gentiles piedras, hecha de hallazgos y de olvidos como el mismo amor cubista, medieval, elegante, desgarradora, fiera, tiernísima como una loba parida, colgada y abierta.
Cuenca, luminosa, alada, airada, serena y enloquecida, infinita, igual, obsesionante, hidalga; vieja Cuenca.
-Camilo J. Cela-























ISLA DE LEBOS

Fotografía (desconozco al autor) del artista chino Ai Weiwei agitando una manta térmica, en la isla de Lebos, sobre un horizonte marcado por el cielo azul, color del que dicen que es frio y distante. Son las banderas de nuestro tiempo, que sirven para envolver cadáveres, arropar a personas muertas de frío y tapar nuestras vergüenzas como ciudadanos del primer mundo donde muchas veces nos dedicamos a agitar otro tipo de banderas, que a su vez agitan sentimientos de intolerancia.
La foto, de Instagram, técnicamente no es de calidad, pero de gran valor fotográfico por la fuerza tremenda del mensaje..




LOS COLORES DE CUENCA

Escondida tras las murallas y los profundos derrumbaderos de las hoces aparece la otra Cuenca superpuesta, donde parece haber sido llevada en plena libertad  por los vaivenes de los siglos. Al aparente abandonó de los ejes de simetría, la plomada, la escuadra y el cartabón, surge el asombro  inverosímil de los colores de las fachadas dándole valor a la imaginación.
Son detalles que hacen irrepetibles los rincones y que rivalizan con el paisaje vertical al otro lado de las calles de esta Cuenca dual.

































EPILOGO: HUMBERTO BERREZUETA

No es un capricho ni un compromiso detenerme. Es un impulso emotivo por algo que miro, esa visión fotográfica de Manuel Iglesias sobre la ciudad de Cuenca me gusta. 
Manuel a su paso por Cuenca, entre otros motivos, se dejó atrapar por el color, de ahí sus fotos, “Colores de Cuenca”.
El color ayuda a contar historias, transmite emoción, alegría, tristeza, melancolía, misterio… Muchas veces son señas de identidad.
Además sus fotos son geométricas, protagonizada por ventanas y puertas, con matices de vida, de presencia humana como delatan las flores, cortinas y persianas recogidas. 
Un punto de vista coherente de un trocito de la ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996.