¡Bienvenidos!

LA FOTOGRAFÍA,

el arte de dibujar con la luz, es un ejercicio de observación y el resultado un golpe de suerte. Una buena foto la hace cualquier maquina; una buena serie la hacen solo los fotógrafos. Cuidado, son verídicas y sin embargo mienten. Empiezas buscando la felicidad que te da conseguir una imagen única y bella, pero cuando te metes en el ajo te das cuenta que sin proyecto fotográfico no eres nadie

Dedicado a mi MARIBEL, por su apoyo.

ALFREDO OLIVA: DE LA INTUICIÓN A LA LEY FOTOGRÁFICA


Tratar de desentrañar los elementos del proceso subyacente al acto fotográfico no es una tarea fácil. Especialmente en el campo de la fotografía artística. ¿Qué extraño impulso nos lleva a encuadrar en nuestro visor un fragmento del mundo que nos rodea para incluirlo en una imagen fotográfica?
Muchos autores han reflexionado y escrito sobre este tema y, a pesar de las diferencias, la mayoría de ellos estaría de acuerdo en considerarlo como un proceso que trasciende la cognición, es más intuitivo que racional.
Algunos fotógrafos como Minor White, influenciados por las filosofías orientales y la meditación mindfulness, sentaron las bases de lo que la fotografía contemplativa. Para estos fotógrafos, la primera fase del acto fotográfico sería el "flash de percepción". Un momento en que el flujo de nuestros pensamientos es interrumpido por una imagen que llamó nuestra atención y golpeó nuestra visión. En esas ocasiones, la mente y los ojos se detienen y nos enfocamos en ese detalle que nos movió. No hay pensamientos, no hay conceptos, es sólo una pura experiencia de percepción que encuentra su camino en nuestra mente. Nuestra mente y ojo están alineados por un momento. Cuando esto sucede experimentamos una sensación de estar firmemente anclado a nuestra percepción. Los destellos de la percepción ocurren naturalmente y de repente, nos sacuden y desconectan de lo que pensábamos para ponernos en una experiencia visual pura.
También Serge Tisseron se refiere a ese primer momento en el acto fotográfico, que él llama "encuadre" como un momento en el que la selección de una parte del mundo para incluirlo en una imagen requiere una mentalidad especial que me recuerda el concepto de flash de percepción: enmarcando un momento del mundo debes sentirte integrado en el mundo. El encuadre es para Tisseron el momento en que el fotógrafo imprime un sello más personal a su trabajo, y está fuertemente influido por aspectos inconscientes que van más allá del pensamiento racional.
David Viñuales acuñó un nuevo término "sublimación" que no concuerda con el concepto freudiano del mismo nombre. Esta fase del acto fotográfico es un momento realmente significativo que es producido por un sentido de conexión intuitiva, y que se refiere a la captura por nuestros sentidos de estímulos que no son totalmente reconocibles o conscientes (esto me recuerda a la percepción subliminal). La conexión intuitiva con el mundo exterior produce un contacto sin filtrar por construcciones mentales, dejando una puerta abierta a la mente no consciente del fotógrafo. Los surrealistas también aludían a este puro automatismo psicológico como una fuerza interna capaz de influir en el acto creativo.
Por último, quiero mencionar a Llorenc Raich, quien en su último libro "Fotografía y motivo poético" se refiere al misticismo para describir la experiencia sensorial que da paso al acto creativo implícito en la fotografía poética. La privación y la oración colocaban a los místicos en un estado contemplativo que los llevaría a experiencias tales como estados alterados de conciencia o éxtasis. Así, a través del motivo poético, el fotógrafo y el artista viajan por un proceso similar que les llevaría a un estado de ánimo que proporciona trascendencia y poesía a cualquier aspecto insignificante o rutinario de su realidad. Es decir, la belleza poética de la fotografía realzaría la belleza de cosas pequeñas e inusuales en la realidad inmediata: la belleza de lo cotidiano.
En resumen, el acto fotográfico, al igual que otros actos de creación artística, requiere un cierto estado de relajación y atención en el que los procesos más racionales de nuestro cerebro permanecen en estado de alerta para que todo el material inconsciente de nuestro mundo emocional pueda abrirse camino nuestra conciencia. El pensamiento racional no tiene nada que ver con el tiempo de rodaje, se limitaría a los momentos antes y después del disparo.
(Texto y foto: Alfredo Oliva)






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